LA
MISERICORDIA DE DIOS EN LA ENFERMEDAD
SALMOS
6
Jehová, no me reprendas
en tu enojo,
Ni me castigues con tu ira.
Ni me castigues con tu ira.
2 Ten
misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo;
Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen.
Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen.
3 Mi alma
también está muy turbada;
Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?
Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?
4 Vuélvete, oh
Jehová, libra mi alma;
Sálvame por tu misericordia.
Sálvame por tu misericordia.
5 Porque en la
muerte no hay memoria de ti;
En el Seol, ¿quién te alabará?
En el Seol, ¿quién te alabará?
6 Me he
consumido a fuerza de gemir;
Todas las noches inundo de llanto mi lecho,
Riego mi cama con mis lágrimas.
Todas las noches inundo de llanto mi lecho,
Riego mi cama con mis lágrimas.
7 Mis ojos
están gastados de sufrir;
Se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.
Se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.
8 Apartaos de
mí, todos los hacedores de iniquidad;
Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.
Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.
9 Jehová ha
oído mi ruego;
Ha recibido Jehová mi oración.
Ha recibido Jehová mi oración.
10 Se
avergonzarán y se turbarán mucho todos mis enemigos;
Se volverán y serán avergonzados de repente.
Se volverán y serán avergonzados de repente.
INTRODUCCIÓN: ¿Está sufriendo usted?,
este mensaje le enseñará a encontrar la solución a su problema,…Dios le
garantiza garantiza un milagro.
Esta es una de las grandes lecciones de la Biblia,
enseñada por Dios, por medio de un hombre, que a pesar de sus faltas, siempre
halló la manera de agradar a Dios.
ILUSTRACIÓN: Tenemos que aprender a
clamar a Dios, veamos lo que le dice David a Dios en el Salmo 5:
Escucha, oh Jehová, mis palabras; Considera mi gemir. 2 Está
atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, Porque a ti oraré. 3
Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y
esperaré.
El rey David, fue
un ejemplo de pecador que supo agradar a Dios, a través de su arrepentimiento
hacia Dios.
I.
CUANDO ESTAMOS EN ANGUSTIA
(Digamos a Dios)
Salmo 6:1 “Jehová, no me
reprendas en tu enojo, Ni me castigues con tu ira”.
David, uno de los hombres más
sabios, siempre recurría a Dios cuando estaba en angustia, porque él sabía que
“Dios es un Dios que oye la oración.
Dios conoce nuestras angustias, pero es bueno que se las
comuniquemos a El.
II. EN LA ANGUSTIA: ¿Qué es lo primero que tenemos que
hacer?
2 Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy
enfermo; Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen. 3
Mi alma también está muy turbada; Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo? 4 Vuélvete,
oh Jehová, libra mi alma; Sálvame por tu misericordia”.
Tenemos que orar a Dios por nuestra ayuda. Ahora Pero:
¿qué es orar? Es: Suplicar, Implorar, Es rogar.
Cuando estamos en el hoyo más profundo, en la
angustia, en lo más profundo de la enfermedad.
Cuando nuestra fuerza se ha desvanecido, solo nos queda
un recurso, y es lo que nos enseña el rey David, y grandes hombres de la Biblia
y aún nuestro Señor Jesucristo en sus momentos más difíciles, Él se levantaba
muy temprano, y se iba aparte de sus discípulos para hablar con el Padre.
III. DAVID NOS DA UN EJEMPLO DE CÓMO DEBEMOS DE CLAMARLE
A DIOS.
Salmos 6:5 “Porque en la muerte no hay memoria de ti; En el Seol,
¿quién te alabará? 6 Me he consumido a fuerza de gemir; Todas
las noches inundo de llanto mi lecho, Riego mi cama con mis lágrimas. 7
Mis ojos están gastados de sufrir; Se han envejecido a causa de todos mis
angustiadores.
Vs. 1-7. Estos
versículos hablan:
a) el lenguaje de un
corazón verdaderamente humillado,
b) de un espíritu
quebrantado y contrito bajo grandes aflicciones.
A David, la enfermedad le trajo a su memoria el pecado y
la consideró como señal del desagrado de Dios.
Solamente en el dolor nos volcamos a Dios, y sufrimos una
cambio interior que renueva nuestra confianza en Dios.
En el dolor es cuando llegamos a la conclusión que solo
Dios es la respuesta a nuestra situación.
Es en esta situación que se nos abre la mente y el
corazón, y es cuando somos capaces de orar de corazón y poder comprender que si
es voluntad de Dios.
IV. SOLO EN EL DOLOR, ES ENTONCES CUANDO SOMOS
TRANSFORMADOS.
Salmos 6:8-10 “Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad;
Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro. 9 Jehová
ha oído mi ruego; Ha recibido Jehová mi oración. 10 Se
avergonzarán y se turbarán mucho todos mis enemigos; Se volverán y serán
avergonzados de repente”.
Este es el
objetivo principal del sufrimiento: llegar a comprender el verdadero propósito de Dios en nuestra vida.
Es aca en donde decimos amar a
Jesus, en donde muchos se convierten a Cristo…Y Jesus les recibe.
Vs. 8-10. ¡Qué cambio
súbito hay aquí!
Cuando David clama a Dios…el salmista está confiado en
que su dolor se convertirá en gozo.
David sabe que su oración ha sido aceptada y no duda que
será contestada a su debido tiempo.
CONCLUSION
Nuestras oraciones serán aceptadas por Dios, cuando en
nuestro dolor, y con corazón sincero nos rindamos a Cristo.
Todo creyente puede venir a Dios por medio de la sangre y
la justicia de Cristo, y rogarle perdón y limpieza, porque Él es fiel y justo
de darlas.
Si usted esta esperando ese milagro Jesús, por el cual ha esperado tanto…este es
el momento para hacerlo, solamente tiene que abrir su corazón y hacerlo y
confiar en El.
OREMOS