Es triste la conducta de estas personas, pues, ademas de traicionar a sus compañeros de equipos, traicionan a sus respectivos equipos, traicionan a una afición que les ha seguido haciendo sacrificios para pagar sus entradas, a veces dejando sola a su familia, soportando sol o lluvia, también traicionan a sus familias, quienes creían en ellos.
Hace dos mil años, hubo un magno amaño, un hombre que formaba parte de los primeros doce discípulos de Nuestro Único y Suficiente Salvador Jesús, traiciono al Santo de Israel por unas cuantas monedas. Al final estas monedas, ni quedaron en poder del amañador, pues quiso devolverlas en señal de enmendar tan grande error,...y termino ahorcándose el mismo.
Dos mil años después el hombre continua traicionando a aquellos que mas les han apoyado, que les han ayudado a subir en una profesión como lo es el fútbol.
Y es que el problema, esta en el corazón del hombre, dentro de ese vital órgano se encuentran escondidas tantas malas acciones, las cuales solo esperan la orden del maligno, para aflorar.
Si el hombre no se acerca a Dios, no podrá vivir una vida integra. Y cuando esa naturaleza de pecado prospere de acuerdo a las circunstancias de la vida, (el hombre) este se vera envuelto en problemas, de los cuales, al igual que Judas, querrá retroceder el tiempo, pero ya no sera posible, el precio de la traición le llevara a arrastrar cadenas de lamento por toda su vida, y la compensación que un día recibió por su mala acción no sera suficiente para "pagar la factura": cuando le sea cobrada.
Pero no todo es mala noticia, pues aun a las personas que hayan practicado y practican los amaños (traciones) en cualquier situación deportiva...siempre habrá alguien que les espera para perdonarles (no para compartir el pecado)...ese Alguien se llama Jesús, y El conoce el corazón del hombre, el cual esta inclinado a toda maldad, y conoce también el trabajo del diablo, y también conoce el corazón de los hombres.
Los amaños, las traiciones, no son producto de las circunstancias,...Primeramente es algo que el hombre lleva en su corazón en virtud de su naturaleza de pecado, el corazón y pensamiento del hombre sin Cristo esta encaminado al mal, a esto agreguemos, el poder que ejerce el diablo en el individuo, pues al hombre que no tiene a Cristo en su corazón, el diablo lo maneja a su antojo, a tal grado que se convierte en una marioneta o títere suyo, a esto agreguemos la fuerte influencia de la subcultura que publican algunos medios de comunicación y que hacen del hombre un objeto de consumo, a esto agreguemos la falta de educación familiar que han tenido estas personas, la mala influencias de sus "amistades"...etc.etc. De manera que al final de todo esto, el hombre también es culpable de sus actos, pues teniendo un cerebro que en alguna manera, al menos, tiene la capacidad de elegir entre el bien y el mal...NO LO HACE.
Cristo perdona al amañador, al traicionero, aunque esto no lo exonera de su responsabilidad.
Los amaños, las traiciones, no son producto de las circunstancias,...Primeramente es algo que el hombre lleva en su corazón en virtud de su naturaleza de pecado, el corazón y pensamiento del hombre sin Cristo esta encaminado al mal, a esto agreguemos, el poder que ejerce el diablo en el individuo, pues al hombre que no tiene a Cristo en su corazón, el diablo lo maneja a su antojo, a tal grado que se convierte en una marioneta o títere suyo, a esto agreguemos la fuerte influencia de la subcultura que publican algunos medios de comunicación y que hacen del hombre un objeto de consumo, a esto agreguemos la falta de educación familiar que han tenido estas personas, la mala influencias de sus "amistades"...etc.etc. De manera que al final de todo esto, el hombre también es culpable de sus actos, pues teniendo un cerebro que en alguna manera, al menos, tiene la capacidad de elegir entre el bien y el mal...NO LO HACE.
Cristo perdona al amañador, al traicionero, aunque esto no lo exonera de su responsabilidad.
Vivimos en un mundo corrupto, gobernado por el príncipe de este mundo, pero también hay Esperanza en El Rey de reyes y Señor de señores JESUCRISTO. El espera con los brazos abiertos a todo amañador, quiere perdonarle sus pecados, hacerle nuevas criaturas, y que no pequen mas. SOLO JESUS PUEDE CAMBIAR TU VIDA. Acércate a El, has tu confesión de Fe, y busca una iglesia en donde se predique SANA DOCTRINA.
JESUS ES EL PRINCIPE DE PAZ, TU CREADOR Y SALVADOR.