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viernes, 22 de mayo de 2015

LA MAYORDOMIA


LA MAYORDOMÍA

"Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios" (1 Pedro 4:10).

La mayordomía es una de las partes más importantes de la vida cristiana.

¿QUE SIGNIFICA LA MAYORDOMÍA?

La raíz griega de donde tomamos nuestra palabra "mayordomía" significa "el encargado de los bienes de otro." El mayordomo o la mayordoma de un avión administra el comportamiento de los pasajeros del avión mientras está en vuelo. Algunos clubes le dicen mayordomo a su administrador. El encargado del carrito de los refrigerios en los trenes se le llama mayordomo. Un mayordomo es un administrador de las propiedad de otro.

Así, cuando decimos que el cristiano es un mayordomo de Dios, simplemente queremos decir que EL CRISTIANO ADMINISTRA LA PROPIEDAD DE DIOS.

EL CRISTIANO PERTENECE A DIOS

1. Su propiedad es de Dios. Todo lo que tengo y todo lo que soy pertenece a Dios.

"De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan" (Salmo 24:1).

"Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados. Conozco a todas las aves de los montes, y todo lo que se mueve en los campos me pertenece. si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud" (Salmo 50:10-12).

"Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos" (Hageo 2:8).

2. Su cuerpo es de Dios.

"¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no soy vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales s, son de Dios" (1 Corintios 6:19-20)

3. Su alma es de Dios.

Note en 1 Corintios 6:19-20 - "en vuestro espíritu, los cuales son de Dios."

"Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos" (Romanos 14:7-8)

TODO CRISTIANO ES UN MAYORDOMO DE DIOS

En los versículos de en seguida, note la verdad de que cada creyente es un mayordomo de Dios.

"Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios" (1 Pedro 4:10).

"A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos" (Mateo 25:15).

"Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno...así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza" (Romanos 12:3-8).

"Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere" (1 Corintios 12:11).

Todo creyente tiene algo que puede usar para Dios. Mateo 25:14-30 enseña que cada uno de nosotros debe dar cuenta de como hemos usado lo que Dios nos ha dado.

La mayordomía NO ES OPCIONAL.

Al aceptar a Cristo, usted se convirtió en mayordomo. No tiene que decidir si quiere ser mayordomo o no. Usted solamente decide que clase de mayordomo va a ser. Usted dará cuenta de su mayordomía en el Tribunal de Cristo.

¿CUALES SON LOS REQUISITOS DE DIOS?

"Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel" (1 Corintios 4:2).

Eso es todo lo que requiere Dios: fidelidad. Quiere que su pueblo use fielmente lo que El les ha dado.


TODO CRISTIANO ES UN ADMINISTRADOR DE:

1. Su vida - Romanos 12:3-8
2. Los talentos que Dios le ha dado - Mateo 25:14-30.
Dios ha dado talentos (habilidades) para ser usadas para el Señor. Dios espera que Su pueblo use lo que le ha dado para Su gloria.
3. Su tiempo - Efesios 5:16.
4. Su dinero y posesiones.

a. La Biblia enseña que el diezmo es la medida que como mínimo debe dar el cristiano.

"Y el diezmo de la tierra. . . de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová." (Levítico 27:30).

La Biblia enseña que el diezmo es de Dios. No diezmar es robar literalmente lo que al Señor le pertenece.

"¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas" (Malaquías 3:8).
El diezmo es un mandato de Dios.

"Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde" (Malaquías 3:10)

b. El cristiano del Nuevo Testamento debe aceptar el diezmo como la medida mínima, así como los santos del Antiguo Testamento aceptaron el diezmo como mandato de Dios.

(1) El Señor Jesucristo aprobó el diezmo.
"¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello (el diezmo)" (Mateo 23:23).

(2) El cristiano del Nuevo Testamento está bajo la promesa de la gracia. Algunos dicen que el diezmo no es cuestión de la gracia sino de la ley. Se olvidan que Abraham le diezmó a Melquisedec. Abraham no vivió en la era de la ley, sino que estaba bajo la promesa de la gracia.

"Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas." (Hebreos 7:6).
La persona mencionada en este versículo a quien Abraham pagó los diezmos es Melquisedec, quien en el Antiguo Testamento es un tipo del Señor Jesucristo.

(3) De manera que el cristiano del Nuevo Testamento debe aceptar el diezmo como la medida mínima, y luego ir más allá del diezmo al dar. El Nuevo Testamento enseña que los creyentes deben dar con generosidad.

"Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia" (2 Corintios 8:7).

Cuando Pablo habla de "esta gracia" en este versículo, está refiriéndose a la gracia de dar.

"Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre." (2 Corintios 9:7).

Nota:
El ofrendar comienza después de que la persona ya ha diezmado. El diezmo le pertenece al Señor. Hebreos 9:7 habla de que Leví (el sacerdote) da los diezmos. El diezmo ya es del Señor. Cuando se lo presentamos, realmente no es una dádiva. Simplemente estamos regresándole al Señor lo que ya le pertenece. Cuando damos más del diezmo, es cuando realmente estamos comenzando a dar.


¿QUE ES EL DIEZMO?

El diezmo es el primer 10% del ingreso de uno. No es solamente un 10%; sino el primer 10%. Quien paga todas sus cuentas y luego le presenta al Señor el 10% que le sobra no está diezmando realmente. Diezmar es reconocer que el primer 10% es de Dios y se lo presenta a El. Es diezmar, por tanto, presentarle a Dios Su 10% antes de que se use el ingreso.

"Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos" (Proverbios 3:9).

Estas primicias le pertenecen a Dios.

¿Cuál sería una aplicación práctica de esta verdad?

Para el individuo que trabaja y percibe un salario, diezmar sería presentarle al Señor el 10% de su ingreso bruto. Suponga que alguien gana $300.00 a la semana, en bruto, y después de las deducciones le quedan $230.00. Debe calcular su diezmo en base a su ingreso en bruto, antes de deducir el impuesto, seguro social, sindicato, etc. De modo que el diezmo sería $30.00 en vez de $23.00.
Para la persona que tiene un negocio, sólo se le requerirá diezmar de las ganancias del negocio. No tiene que calcular el 10% del ingreso bruto para diezmar..

¿A DONDE DEBE IR EL DIEZMO?

La Biblia enseña que el diezmo debe ser dado en y a través de la iglesia local.

1. En el Antiguo Testamento Dios tenía un lugar para que se presentara el diezmo.

"Sino que el lugar que Jehová vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su habitación, ése buscaréis, y allí iréis. Y allí llevaréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y la ofrenda elevada de vuestras manos, vuestros votos, vuestras ofrendas voluntarias, y las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas" (Deuteronomio 12:5-6).

El Dios que tenía un lugar en el Antiguo Testamento es el mismo Dios con el que tratamos en el Nuevo Testamento. No ha cambiado; aún es El un Dios de decencia y orden (1 Corintios 14:40). Por lo tanto, El debe tener un lugar adecuado para el diezmo en el Nuevo Testamento.

2. Las iglesias locales en el Nuevo Testamento deben dar cuenta del diezmo.

2 Corintios 8-9 presenta el reto para los cristianos en Grecia para dar para el sostén de los santos pobres de Jerusalén. El dinero que se recogía era la responsabilidad de las iglesias, no del apóstol Pablo.

"Procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres. Enviamos también con ellos a nuestro hermano, cuya diligencia hemos comprobado repetidas veces en muchas cosas, y ahora mucho más diligente por la mucha confianza que tiene en vosotros. En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros de las iglesias, y gloria de Cristo. Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias la prueba de vuestro amor, y de nuestro gloriarnos respecto de vosotros" (2 Corintios 8:21-24).

El lugar adecuado para recibir los diezmos y ofrendas en esta era del Nuevo Testamento es la iglesia local neo testamentaria que predica la Biblia.

LOS DIEZMOS Y LAS OFRENDAS SON LA MANERA ORDENADA DE DIOS PARA SOSTENER SU OBRA

"Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde" (Malaquías 3:10).
Cuando se presentan los diezmos, hay alimento en la casa de Dios y las bendiciones fluyen en las vidas de los cristianos. Muchas iglesias en la actualidad se proponen sostener la obra de Dios con bazares, cenas, rifas, ventas de cosas donadas a la iglesia, etc. La obra de Dios debe ser sostenida por los diezmos y ofrendas del pueblo de Dios.

El cristiano que diezma está:
1. Viendo que las necesidades de la obra de Dios están siendo satisfechas.
2. Recibiendo bendición porque es fiel al Señor.
Y así puede ir el cristiano que diezma hacia bendiciones mayores al sacrificar para dar ofrendas para la obra del Señor.

REFLEXIONEMOS:

1. ¿A quién realmente pertenecen nuestras propiedades? (1 Corintios 10:26)
2. ¿A quién pertenece el cristiano? (Romanos 6:22)
3. ¿Qué debe rendirle el cristiano a Dios? (Romanos 12:1)
4. ¿Qué fue lo que quiso decir el Señor Jesucristo al responder a los dos hombres en Lucas 9:59-62?
5. ¿Dios espera que hagamos algo para lo cuál El no nos ha capacitado?
6. ¿Qué es lo que Dios quiere que todo cristiano haga? (Romanos 12:3-8)
7. ¿Qué talento o don usted tiene que Dios quisiera que lo usara para El ?
8. ¿Qué es lo mínimo que el cristiano puede dar a la obra del Señor?
9. ¿El diezmo es el 10% de lo que le queda después de que pague sus cuentas? (Proverbios 3:9-10)
10. ¿Cuál es la promesa que Dios le da a aquellos que honran al Señor con sus bienes y con las primicias de todos sus frutos? (Proverbios 3:9-10).
11. ¿Cuál debe de ser la actitud con la que el cristiano debe dar para la obra del Señor? (2 Corintios 9:7)
12. ¿Cuál es la promesa de Dios para el que da fielmente para la obra del Señor? (2 Corintios 9:8)
13. ¿Cuál es un requisito que Dios da a los ministradores? (1 Corintios 4:2)
14. ¿Qué ocurrió en Israel cuando la gente presento sus ofrendas en forma voluntaria al Señor? (Éxodo 36:1-7)
15. ¿Qué dijo Azarías que era o que fue el resulto cuando el pueblo de Dios trajo las ofrendas a la casa del Señor? (2 Crónicas 31:10)