SEGUIDORES

miércoles, 1 de noviembre de 2023

SALMOS PARA ORAR POR LOS ENFERMOS

 




SALMOS PARA LA SALUD

6 Salmos para meditar y 6 oraciones para conectar con Dios en los momentos de enfermedad.

1. Salmo 41:1-4

Dios bendice
a los que cuidan de los pobres,
y los pondrá a salvo
cuando vengan las dificultades.
Los cuidará y les dará vida,
los hará vivir felices
en la tierra prometida
y no dejará que sus enemigos
les hagan ningún daño.
Cuando se enfermen,
Dios les dará fuerzas
y les devolverá la salud.

Yo le he pedido a Dios:
«Tenme compasión;
devuélveme la salud,
pues he pecado contra ti».


(Salmo 41:1-4 TLA)

Oración: Señor mi Dios, gracias porque tú conoces mi corazón. Tú sabes lo que he hecho bien y lo que no. Gracias porque aun así me amas y me escuchas porque eres un Dios lleno de compasión. Perdona mis pecados, Señor. Te pido que te compadezcas de mí en este momento y me concedas la salud que necesito. Confórtame, mi Dios, y alienta mi corazón.

Gracias porque siempre escuchas mis oraciones y sé que me contestarás conforme a tu voluntad. En ti confío hoy y por siempre, Padre amado. Amén.

2. Salmo 103:1-5


¡Con todas las fuerzas de mi ser
alabaré a mi Dios!

¡Con todas las fuerzas de mi ser
lo alabaré y recordaré
todas sus bondades!

Mi Dios me perdonó
todo el mal que he hecho;
me devolvió la salud,

me libró de la muerte,
¡me llenó de amor y de ternura!
Mi Dios me da siempre todo lo mejor;
¡me hace fuerte como las águilas!

(Salmo 103:1-5 TLA)

Oración: Señor, en este día te alabo y te glorifico con todas mis fuerzas. Mil gracias, Padre, por todas las bondades que has mostrado a lo largo de mi vida. ¡Tú has sido muy bueno conmigo y hoy vuelvo a darte las gracias! Te agradezco por todas las veces en las que he visto tu mano de salud sobre mi vida y sobre mi familia. Gracias sobre todas las cosas por el perdón que me has dado y la salvación que he recibido por medio de Jesús. Te alabo hoy y recibo nuevas fuerzas para continuar en el camino de la vida. En el nombre de Jesucristo, amén.

3. Salmo 6:1-4 ; 9

1-2 Dios mío, ¡tenme compasión!
No me reprendas cuando estés enojado
ni me castigues cuando estés furioso,
pues ya no me quedan fuerzas.
Devuélveme la salud,
pues todo el cuerpo me tiembla.
3-4 Dios mío, estoy muy tembloroso;
¿cuándo vendrás en mi ayuda?
¡Vuélvete a mirarme, y sálvame!
¡Por tu gran amor,
te ruego que me salves!

9Gente malvada, apártense de mí,
porque Dios ha escuchado mis ruegos
y ha aceptado mi oración!

(Salmo 6:1-4 y 9 TLA)

Oración: Mi Señor y mi Dios, a veces las circunstancias son tan opresoras que siento que desfallezco. Necesito tu ayuda y tu intervención, Padre. ¡Ayúdame! Sé que tú puedes dar nuevas fuerzas a mi cuerpo y a mi espíritu. Te pido que renueves mi salud, por favor. Quita la angustia y la ansiedad que oprimen mi corazón.

Recibo tu paz en este momento y rechazo todo lo que no viene de ti. Gracias por tu Espíritu Santo que obra en mi ser y renueva mi esperanza. Sigue moviéndote en mí, Señor, y gracias porque escuchas mi oración. Amén.

4. Salmo 28:1-2

1Dios mío, yo te llamo,
no cierres tus oídos,
porque tú eres quien me protege.
Si no me respondes,
de seguro moriré.
Atiende mis ruegos
cuando te tienda los brazos
para pedirte ayuda.

Oración: Padre amado, tal como hizo el salmista David, hoy te pido que atiendas mi clamor. Levanto mis brazos ante ti en señal de adoración y con la fe de que obrarás a mi favor. Necesito escuchar tu voz y ver cómo obras en mi vida y en mis circunstancias. Quiero llegar a darte gracias por tus milagros de salud y restauración. En ti está puesta mi confianza hoy y siempre. Tú eres mi fortaleza. En el nombre de Jesús, amén.

5. Salmo 30:2-5

2Mi Señor y Dios,
te pedí ayuda, y me sanaste;
¡me salvaste de la muerte!
Estaba a punto de morir
¡y me libraste de la tumba!

Ustedes, los que aman a Dios,
alábenlo y cántenle himnos.
Cuando Dios se enoja,
el enojo pronto se le pasa;
pero cuando ama,
su amor dura toda la vida.
Tal vez lloremos por la noche,
pero en la mañana estaremos felices.


(Salmo 30:2-5 TLA)

Oración: Gracias, Señor, porque sé que escuchas mi voz y me ayudas. Te alabo porque he visto tu poder obrar en mi cuerpo. Gracias por tu obra de sanación sobre mí, porque en tu nombre sigo adelante con vida, con fuerzas y testificando de tu poder. Quiero adorarte porque has renovado el gozo y la alegría a mi vida. A ti doy toda la gloria, mi Señor y mi Dios. Amén.

6. Salmo 107:19-22

Llenos de angustia, oraron a Dios,
y él los salvó de su aflicción;
20 con sólo una orden los sanó.
¡Así los salvó de la muerte!

21 ¡Demos gracias a Dios
por su amor,
por todo lo que ha hecho
en favor nuestro!
22 ¡Démosle muestras de gratitud,
y presentémosle ofrendas!
¡Anunciemos entre gritos de alegría
las maravillas que ha hecho!


(Salmo 107:19-22 TLA)

Oración: ¡Gracias porque me escuchas y me salvas, Señor! Ante ti espero: anhelo escuchar tu palabra de sanidad sobre mí. Te alabo y te doy gracias desde ya pues mi confianza está puesta en ti, Padre. ¡Sáname, Señor!
Te doy gracias porque tú siempre obras. Sea cual sea tu voluntad sé que estás conmigo y que tu plan para mi vida es el mejor. Confío en ti, Señor. Nada ni nadie me arrebatará la fe que tengo en ti y en tu poder. Proclamo tus obras, las que has hecho y las que harás.
En el nombre de Jesús, amén.