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lunes, 17 de agosto de 2015

EL TRIBUNAL DE CRISTO

 EL TRIBUNAL DE CRISTO

          Cuando la iglesia sea raptada se realizará el Tribunal de Cristo (Mt. 16:27; Ap. 22:12), en el cual, serán juzgadas las obras del creyente. El juez en este Tribunal será el Señor Jesús (2ª Cor. 5:10) y la finalidad del juicio esla de determinar si un creyente merece recibir o no algún galardón

            El pasaje de la Biblia que más extensamente habla sobre el Tribunal de Cristo es 1ª Corintios 3:8-15. En este pasaje podemos notar las siguientes enseñanzas importantes:

            Los ministros del evangelio han de ser juzgados no sólo con respecto a su vida privada sino también con respecto a la manera en que ejercieron su ministerio (v. 8-9). Compárese con Hebreos 13:17.

            Cada creyente será juzgado de acuerdo al papel que Dios le confió dentro de su obra (v. 10-11).

            Las obras del creyente pueden ser buenas (oro, plata, piedras preciosas) o malas(madera, heno, hojarasca).  Cristo será quien determine si las obras son buenas o malas (v. 12) y lo hará no solamente por las obras en sí, sino por los motivos que las condujeron (1a. Corintios 4:5).

            La obras del creyente serán probadas de acuerdo a la norma divina.  Así como el fuego demuestra la eficiencia de un material, el fuego escudriña­dor de Dios probará la obra de cada creyente (v. 13). Las obras que resulten aprobadas serán recompensadas (v. 14).

            Aquellos creyentes cuyas obras no resulten aprobadas no recibirán ningún galardón; no obstante, ellos serán siempre salvos pues su salvación no depende de sus obras sino de los méritos de Cristo (v. 15).

            En la Biblia se habla de diferentes galardones que Dios dará; entre ellos, se mencionan las coronas que se otorgan por méritos específicos:

            La Corona de Vida para el que soporta las pruebas   (Stg. 1:12; Ap. 2:10).

           La Corona de Justicia para los que aman la venida del Hijo de Dios. (2a. Ti. 4:8).

           La Corona de Gloria para los ministros fieles (1a. P. 5:4).

            Puesto que los galardones son recompensas que se reciben de acuerdo a las obras del creyente, es necesario recordar que si el cristiano descuida su conducta puede perder los galardones a que se hallan hecho acreedor en el pasado (2a. Jn. 8).