EL DESIERTO ES UN LUGAR DE MILAGROS
“El Señor iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos…” (Éxodo 13:21-22). Dios le dijo a Moisés ‘Cuando se mueva la columna se moverán. Y cuando la columna se pare se detendrán’. ¿Pero qué hacer por la noche cuando todo está oscuro? No hay velas, ni lámparas de aceite y te arriesgas a tener en la cama un escorpión o a pisar una culebra cuando te levantas. No te preocupes; Dios te protege siempre. El territorio del desierto le es familiar. El salmista dijo: “Lámpara es a mis pies Tu Palabra y lumbrera a mi camino” (Salmos 119:105). En cualquier imprevisto, situación y circunstancia que vivas, la Biblia te guiará, te protegerá y te mantendrá a salvo