El salmista David dijo:
Pedid por la paz de Jerusalén;
Sean prosperados los que te aman.
Salmo 122: 6
OREN POR LA PAZ DE JERUSALEN
Un
Comentario por Jack Kelley
(Nota: Originalmente publiqué este artículo
en el año 2000, pero con el renovado énfasis de la Administración Obama de
lograr un acuerdo entre Israel y los palestinos, lo he actualizado y se los ofrezco
para su consideración.)
Desde el
principio, muchos comentaristas bien informados han predicho que la única
conclusión lógica al llamado Proceso de Paz del Medio Oriente sería la guerra.
Contrario a lo que nuestros líderes nos han dicho, la meta de los palestinos
nunca ha sido aceptar la solución de dos estados. Ya han rechazado esa
propuesta por lo menos en dos ocasiones. No, su meta siempre ha sido la de
eliminar totalmente el Estado Judío. Mientras sigan obteniendo concesiones en
la mesa de negociaciones la guerra puede ser evitada, pero llegará el día en
que obviamente no se podrán otorgar más concesiones, y la única opción que
queda es la de irse a la guerra para obtener el resto que quieren. Y ese día ya
puede haber llegado, y, naturalmente, la piedra de tropiezo es Jerusalén.
He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que
hará temblar a todos los pueblos de alrededor… Zacarías 12:2
¿Y cómo llegamos
a esto? Repasemos las cosas que son ciertas. El Corán enseña que cualquier
tierra conquistada en nombre del Islam nunca será perdida. La mera existencia
de la nación de Israel es una violación de esa enseñanza porque la tierra de
Israel, incluyendo especialmente a Jerusalén, fue una vez conquistada para el
Islam. Desde el año 1948 la total destrucción de Israel ha sido la meta
declarada de los musulmanes, aunque media docena de guerras les han enseñado
que Israel es demasiado fuerte para ser destruido militarmente. Lo brillante
del “Proceso de Paz” es que les permite a los palestinos ganar de vuelta mucha
de la tierra por medio de negociaciones baratas. Esto conlleva el efecto de simultáneamente debilitar a Israel y darle a las
fuerzas musulmanas el tiempo necesario para tener el poderío requerido para
tomar el resto.
¿Tierra
Por Paz?
Lo que mucha
gente no quiere darse cuenta es que con la velocidad de las aeronaves y los
cohetes modernos, una guerra convencional requiere de más geografía, y no de
menos, para que los que se defienden tengan suficiente tiempo para reaccionar
ante un ataque. El quitarle tierra al centro de Israel (la Ribera Occidental)
significa que un ataque aéreo puede atravesar el país en unos ocho minutos.
Este no es un lapso de tiempo suficiente para reaccionar con medidas de contra
ataque. Al renunciar a la Ribera Occidental, Israel quedaría más vulnerable y
menos seguro.
También, los
enemigos de Israel han utilizado el tiempo de las negociaciones para producir
cohetes balísticos de largo alcance y aumentar su capacidad para una guerra
biológica en un esfuerzo para neutralizar la amenaza nuclear de Israel. Es una
situación muy sucia en todo el rededor. La mayoría de los observadores bien
informados creen que tan pronto los musulmanes hayan obtenido todo lo que
puedan por medio de las negociaciones y se sientan lo suficientemente fuertes para
destruir a Israel, van a atacar. Y a menos que se produzcan cambios drásticos
en la posición judía sobre la soberanía de Jerusalén, las negociaciones pueden
tenerse por terminadas. Ya sea que los enemigos de Israel estén lo
suficientemente fuertes para una victoria militar ahora, será revelado muy
pronto. Los combatientes en las dos fronteras de Israel, en el norte y en el
sur, están ansiosos por descubrirlo.
Que
Anuncio Lo Por Venir Desde El Principio… Isaías 46:10
Hace más de
2.500 años, el Señor le informó a Ezequiel acerca una gran batalla en la que
tomaría parte una coalición de naciones que se alinearían en contra de Israel
(Ezequiel 38—39). Él dijo que esta batalla se daría en los postreros días,
después de que el pueblo judío hubiera sido reunido en su tierra desde muchas
naciones luego de una gran guerra, y que ese sería un ataque sorpresa sobre los
montes de Israel (la Ribera Occidental). Pero Él también dijo que el pueblo
creería que estaba viviendo seguro cuando llegara el ataque (Ezequiel 38:8),
que sería una nación en paz y confiada (Ezequiel 38:11). Pero esto no parece
definir el estado presente de Israel.
Recientemente
una pequeña y poco conocida profecía en el Salmo 83, que pudiera ser el puente
entre aquí y Ezequiel 38, ha salido a la superficie. El Salmo 83 es una oración
para que Dios derrote a una coalición de naciones que actualmente son las que
rodean a Israel, y a quienes el salmista acusa de conspirar en contra del
pueblo de Dios, al amenazarlo con destruirlo como nación. En los registros
históricos no hay ninguna evidencia de que esa coalición alguna vez se haya
levantado en contra de Israel, por lo que el Salmo 83 bien puede estar hablando
de un ataque que un gran número de estrategas espera que suceda en este año
2010. Si eso es así, es obvio que Israel va a surgir victorioso y va a caer en
el falso estado de complacencia sugerido por Ezequiel 38:8-11. Esto también
explicaría el porqué ninguna de estas naciones mencionadas en el Salmo 83 se
incluyen entre los atacantes de Ezequiel 38. (Lea sobre el Salmo 83 en el
Artículo “Salmo 83… Una Mirada A Un Acontecimiento Venidero”, Feb. 2008.)
¿Quién
Empezó Esto?
El llamado
conflicto árabe-israelita realmente se ha estado cocinando durante 4.000 años.
Todo empezó con Isaac e Ismael, hijos de Abraham, y aumentó en tiempos de Jacob
y Esaú, los hijos de Isaac, y continuó a través del Antiguo Testamento. Se
convirtió en un conflicto judío-musulmán con el nacimiento del Islam en el
Siglo VI d.C. Pero detrás de bastidores la verdadera batalla siempre ha sido
espiritual, porque desde que Dios escogió a los judíos como Su pueblo, a Israel
como Su tierra y a Jerusalén como Su ciudad, Satanás ha estado trabajando horas
extras en un esfuerzo para quitarle a Él esa tierra destruyendo a Su pueblo. Después
de todo, él cree que el Planeta Tierra le pertenece. Entonces, todo esto no es
solamente un asunto político ni aun religioso. Es un asunto espiritual que no
será resuelto sino hasta que Satanás sea destruido y el mismo Señor haga que se
doble toda rodilla y que toda lengua confiese que Él (y solamente Él) es Señor
(Filipenses 2:10-11).
¿Por
qué Orar Por La Paz De Jerusalén?
En varias
ocasiones se me ha preguntado algo como esto, “Si esto es un gran problema
cósmico que nunca se va a solucionar sino hasta la Segunda Venida, ¿cómo es que
nuestras oraciones pueden ayudar? Seguidamente les doy unas buenas razones
porqué debemos orar por la paz de Jerusalén.
Primero,
hablando sobre el pueblo judío, el Señor dijo, “Porque el que os toca, toca a
la niña de [mi] ojo” (Zacarías 2:8) y a los sobrevivientes de la tribulación
les dirá, “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” (Mateo 25:40). Yo sé que se le
quebranta el corazón al Señor al ver cómo Su ciudad ha sido profanada por el
odio y el derramamiento de sangre. Como lo dijo Bob Pierce, fundador de Visión
Mundial, “Que mi corazón sea quebrantado por las cosas que quebrantan el
corazón de Dios”. Es bueno que nos encontremos en el lado del Señor.
Segundo,
Él lo ha ordenado y premia la obediencia. Todo el Salmo 122 habla sobre la
especial naturaleza de Jerusalén, el único lugar de la tierra que Dios
específicamente escogió para Su morada, y les prometió prosperidad a todas las
personas que oren por su paz. “Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados
los que te aman” (Salmo 122:6).
Y tercero,
cuando ustedes oran por la paz de Jerusalén, están orando para que el Mesías
venga y establezca Su Reino. Quizás esta sea la mejor razón de todas. Ya casi se
escuchan los pasos del Mesías. 16/01/10.