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jueves, 3 de diciembre de 2015

LA FE Y LAS OBRAS - bosquejo para predicar

LA FE Y LAS OBRAS
Santiago 2:14-20.
14Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
18Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. 19Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. 20¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? 21¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?d 22¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? 23Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia,e y fue llamado amigo de Dios.f 24Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. 25Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?g 26Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

INTRODUCCION
Cuando alguien nace de nuevo (Efesios 1:13) es sellado con el espíritu santo, recibe una nueva naturaleza y se convierte en hijo de Dios. Esta nueva naturaleza esta obligada a dar su frutos (si es que ha habido una genuina conversión) y ese fruto debe de esperarse, pero si caminamos en Cristo.
1. La salvación no se obtiene por medio de obras (Efesios 2:8.9)
8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe. 10Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

2. Pero la recompensa por nuestro trabajo en la tierra nos será dada en el cielo, por las obras que hayamos hecho en la tierra.
 (Apocalipsis 22:12)
12He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo,g para recompensar a cada uno según sea su obra.

(2 Corintios 5:10)
10Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo,a para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

3. Esto quiere decir que tu recompensa tanto en la tierra como en el cielo depende de tus obras en la tierra y la calidad de como haces ese trabajo.           (1 Corintios 3:13.15)
13la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
4. Trabajo en la obra hay mucho, pero escasos los trabajadores (Mateo 9:37,38)
37Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. 38Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.g
5. Ahora mire cuanta recompensa hay para lo que se interesan por la obra de Dios, escúchame su trabajo será recompensado por Dios (1 Corintios 15:58)
6. Todo el trabajo que usted haga para el Señor hágalo de buena gana
(Colosenses 33: 23,24)
23Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís
I- Cuando a la Fe le faltan obras, estamos ante una situación de vida o muerte.
Si no hacemos obras, es por que nuestra Fe esta muerte, y por lo consiguiente usted también.
1. Las obras no son un medio de evangelismo.
a) Jesús jamás lo hizo.
b) Nunca utilizo las obras para evangelizar.
c) Y mucho menos para la llenura del Espíritu Santo.
2. Las obras como fruta de nuestra Fe.
a) Jesús y la higuera. San Mateo 21:18-22.
b) Los frutos del Espíritu.  Gálatas 5:22-25.
c) Los frutos de la Fe. Santiago 2:14-20.
4. Las obras son testimonio de nuestra Fe.
a) Las obras son el resultado de nuestra Fe.
b) Por las obras damos testimonio de un cristianismo verdadero.
c) No son las obras para tener fe, es la fe para tener obras dignas de arrepentimiento.
d) El cristiano es el único que puede tener buenas obres, no para salvación, sino para dar testimonio.
e) Tus obras te acompañaran, Apocalipsis 14:13.

II. La fe verdadera se demuestra con acciones
Imaginen que a la hora de las peticiones de oración, un hermano se pusiera de pie y dijera: "Hermanos, me ha ido muy mal en el trabajo. Mis hijos están sin comer por dos días ya, y nos van a quitar la casa. Necesito ayuda." Y Todos respondieramos: "Ay, ¡qué pena! Espero que pronto puedas encontrar algo mejor. Te deseo todo lo mejor para ti y tu familia."
·  ¿Piensan ustedes que esos buenos deseos puedan llenar los estómagos vacíos de sus hijos?
·  ¿Creen que con esas palabras se resuelva el problema de este hermano? ¡Claro que no!
·  La fuerza de nuestros buenos deseos se demuestra en llevar una bolsa de comida a la casa de este hermano,
·  en invitarle a salir a comer,
·  en ayudarle a encontrar otro trabajo mejor.
·  Si expresamos deseos bonitos, pero no hacemos lo que está en nuestro poder para hacer, entonces nuestros deseos  no son ciertos.

III- La fe y las obras no se pueden dividir.
Esto lo vemos en los versos 18-19 de Santiago 2.
Es importante entender esto. Podríamos creer que Santiago nos está diciendo que tenemos que agregarle obras a nuestra fe para que sea verdadera.
Pero eso no es posible, porque la fe y las obras no se pueden dividir.
Si tenemos fe verdadera, entonces las obras seguirán como resultado.
Es igual con los árboles. Si tienes un árbol en el jardín, y quieres saber si es manzano o peral, esperemos hasta que dé su fruto. Si salen manzanas, no es peral. Y si no se ven frutos en tu vida, sencillamente no tienes fe bíblica.
CONCLUSION
Las obras no son otra cosa sino el resultado de nuestra Fe.
Las obras no nos dan vida, tú les das vida a las obras.
No dejemos en las manos del gobierno, o de las instituciones de beneficencia lo que nosotros debemos hacer por medio de nuestra Fe.
Por último, no podemos impresionar a Dios por nuestras obras, pero si podemos impresionar a las personas… y por medio de esa impresión ellos talvez quieran ser como nosotros. 
Por eso es necesario que veamos el rostro de Cristo en toda alma necesitada.