LA ESCUELA DE LA VIDA, CON CRISTO
Salmo 34:19
Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará Jehová.
El caminar cristiano por este mundo está lleno de
muchos obstáculos, de muchos problemas,...sin duda alguna, es una gran escuela en donde vamos aprendiendo gradualmente a resolver tantas situaciones que nuestro peregrinar por este mundo nos asigna.
Sin embargo la buena noticia es que hay un Dios que se preocupa por nosotros y quiere ayudarnos en los momentos difíciles a resolver cada una de esos problemas y ecuaciones espirituales que debemos de resolver.
Sin embargo la buena noticia es que hay un Dios que se preocupa por nosotros y quiere ayudarnos en los momentos difíciles a resolver cada una de esos problemas y ecuaciones espirituales que debemos de resolver.
El rey David, acertó con este versículo, “Muchas son
las angustias ”, es decir, “muchos son
los problemas”.
Así es la vida tal y como la conocemos. Nos pasan
cosas. La gente se enferma, el dinero hace falta, las amistades se marchitan,
los hijos sufren, la gente se muere, surgen los problemas, nunca son
planificados o bienvenidos.
Los problemas vienen y se van, pero algunas veces se
nos llevan la vida con ellos.
I-
EN
LA VIDA SIEMPRE HABRÁN PROBLEMAS
Al estudiar las escrituras podemos identificar tres grupos de problemas.
A.
El que es causado por nuestro mal comportamiento. Proverbios 12:21
Ninguna adversidad acontecerá al justo;
Mas los impíos serán colmados de males.
B. El
problema que surge de hacer lo que está bien.
Mateo
5:11
Dichosos
serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante
contra ustedes toda clase de calumnias
C.
El problema que todos enfrentamos por vivir en este
mundo… el pecado.
Isaías
59:1-2
1He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para
salvar, ni se ha agravado su oído para oír; 2pero vuestras iniquidades han hecho división entre
vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su
rostro para no oír.
II-
EL
PROBLEMA CON EL PECADO ES QUE NOS SEPARA DE DIOS
A- Sin
embargo gracias a Jesús podemos recobrar esa relación.
Juan
16:33
Estas
cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción;
pero confiad, yo he vencido al mundo.
Mateo
6:34
Así
que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su
afán. Basta a cada día su propio mal.
III-
POR
QUE DEBEMOS DE ENFRENTAR LOS PROBLEMAS
A-
Porque los problemas son parte de la vida.
Podemos
reclamar y enojarnos con Dios nuestros problemas diarios, pero la realidad es
que siempre van a existir.
B-
Queramos o no, ellos nos van a acompañar en nuestro
caminar diario.
Hay
que aprender a vivir con ellos.
IV-
PODEMOS
ENFRENTARLOS Y MADURAR EN EL PROCESO
La promesa de Dios es:
…Pero el Señor los librará de todas ellas…
Esta promesa es muy importante para nosotros, porque
revela el deseo de Dios de no hacernos pasar por una prueba mayor a la que
podamos soportar.
Y esto es muy importante, porque si confiamos en que
Dios nos librará de la angustia que las dificultades traen consigo,
podremos crecer a través de los inconvenientes de la vida.
V-
DIOS
PROMETE LIBRARNOS DE LAS ANGUSTIAS, NO DE LOS PROBLEMAS.
Ellos van a existir siempre, así que
necesitamos aprender como lidiar con ellos, sin perder de vista que Dios esta
con nosotros.
“Las
contrariedades de la vida, tienen un gran potencial para desanimarnos, pero
también para ayudarnos a madurar, todo depende de la actitud que tengamos al
enfrentarlos y de quien nos acompaña en medio del proceso.”
Recordemos
lo que dice el Salmo 121:5-8
5 Jehová es tu guardador;
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
6 El sol no te
fatigará de día,
Ni la luna de noche.
7 Jehová te
guardará de todo mal;
El guardará tu alma.
8 Jehová
guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre.
Necesitamos involucrarnos con Dios para que sea él
quien nos ayude cuando vengan las situaciones difíciles.
VI-
NUESTRO
TRABAJO ES CONFIAR EN DIOS
Salmo
121:1-2
1 Alzaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá
mi socorro?
2 Mi
socorro viene de Jehová,
Que hizo los
cielos y la tierra.
¿De dónde ha de venir mi ayuda?, dice el salmista y en
seguida responde, mi ayuda viene del Señor.
Cuando estamos en medio de las dificultades, ¿dónde
vamos a buscar nuestra ayuda?
Generalmente no vamos primero a Dios,
¿Por qué?
Porque nuestra tendencia natural es creer que podemos
solucionar las cosas nosotros solos.
Pero esta noche confesemos que SEPARADOS DE CRISTO NO
SOMOS NADA.
OREMOS.