LA DEPRAVACION TOTAL
(El hombre depravado)
Una de las doctrinas basicas cristianas, que con mayor enfasis debe ensenarse en las congregaciones cristianas, sin duda alguna, es: LA DEPRAVACION TOTAL.
Y es que esta doctrina enfila al pecado, senalandolo como el gran desafio o reto, que el cristiano debe de superar (sin duda alguna, con la ayuda Divina) al venir a los caminos de Cristo, y mas aun, es una lucha de por vida que libraremos, hasta que un dia, lleguemos a LA ESTATURA DE UN VARON PERFECTO.
Ya demas, esta hablar del origen del pecado, por que, se sobreentiende que los que hemos nacido de nuevo, debemos de comprender y entender.
Pero bien, cuando buscamos el significado de la palabra DEPRAVADO en un diccionario de la lengua espanola, nos da la siguiente definicion: DEPRAVADO es: Algo que esta viciado en las costumbres.
Esta pequena definicion secular, parece un tanto acertada, pues el pecado es un vicio, y ademas de ello, el hombre sin Cristo, es fiel practicante de esto (del pecado). Por lo tanto, cuando el ser humano, naufraga en el mar del pecado, en un momento determinado de su vida, se vuelve insensible a esta vana manera de vivir, por que para el hombre, se ha convertido en algo natural, habitar enmedio de un universo pecaminoso.
VEAMOS A CONTINUACION ALGUNOS ASPECTOS DOCTRINALES DE LA DEPRAVACION.
LA DEPRAVACION TOTAL
Salmo 53:1-3
1 Dice el necio en su corazón: No hay Dios.
Se han corrompido, e hicieron abominable maldad;
No hay quien haga bien.
2 Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres,
Para ver si había algún entendido
Que buscara a Dios.
3 Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno.a
Dios creó al hombre a su imagen y semejanza moral. Por consiguiente, estaba dotado de santidad, inocencia, amor, misericordia, etc. sin embargo, cuando el hombre pecó, perdió la imagen de Dios y corrompió su naturaleza. El hombre atrajo para sí la muerte, la corrupción, la enfermedad y todos los males que se derivan del pecado. Cuando el hombre procreó sus primeros hijos, éstos heredaron la naturaleza caída, naciendo muertos espiritualmente (Romanos 5:12 y 18-19). Desde entonces, todo ser humano nace cargando la culpa del pecado original y mereciendo la condenación. El hombre es incapaz de hacer lo bueno y no puede por sí mismo elevarse en busca de su salvación. A esta condición humana es a la que se llama depravación total; por cuanto el hombre se encuentra totalmente incapacitado de hacer el bien.
Algunas de las características básicas de la depravación humana son las siguientes:
1) El hombre siempre elige lo malo. Siempre que el hombre tenga la oportunidad de escoger entre el bien y el mal, invariablemente escogerá el mal (Génesis 6:5; Romanos 3:10-12). Las obras de altruismo que ocasionalmente hace el hombre no regenerado no alcanzan la norma de Dios como para catalogarse de buenas obras (Isaías 59:6; Romanos 14:23). Esta inclinación humana hacia la maldad se manifiesta desde la concepción, de manera que la edad no puede borrar la culpa que se pende sobre todo ser humano (Job 25:4-6; Salmo 51:5, 58:3).
2) El hombre no puede hacer lo bueno. Por su naturaleza heredada de Adán, el hombre está imposibilitado para hacer el bien (Mt. 7:17-18; Jn. 15:4-5; Romanos 8:7; 1ª Corintios 12:3).
3) El hombre no entiende lo bueno. Por muy inteligente que un hombre sea, no puede comprender las cosas del Espíritu, pues, las cosas espirituales deben examinarse espiritualmente; pero, el hombre no es espiritual sino carnal (Jn. 8:43; 1ªCorintios 2:14).
1 Corintios 2: 14 (version RV60) Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
4) El hombre no quiere hacer lo bueno. El problema con el hombre no es solamente de incapacidad sino también de voluntad. La voluntad del hombre está pervertida, rechaza todo lo que es de Dios y ama el pecado (Ez. 3:7; Mt. 23:37; Lc. 19:14).
La condición espiritual del hombre es de muerte y de rebelión a la voluntad divina. Así lo describe la Biblia: Salmo 53:1-3; Isaías 59:3-16; Romanos 1:18-32.
Puesto que el hombre se encuentra totalmente depravado, su salvación, necesariamente, deberá originarse en una fuente externa a él. Si Dios no le salva, jamás podrá salvarse a sí mismo.