EXISTEN
DOS MANERAS DE DAR
1 –
DARLO TODO CUANDO, NO SE TIENE NADA
La palabra de Dios nos ilustra varios casos de esta manera de dar, pero
veamos uno de esos casos.
1 Reyes 17: 10- 10 Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de
la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la
llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que
beba.
11 Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y
le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.
12 Y ella respondió: Vive
Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina
tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos
leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y
nos dejemos morir.
13 Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña
torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu
hijo.
14 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina
de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día
en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.
15 Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió
él, y ella, y su casa, muchos días.
16 Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el
aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por
Elías.
Lo
que vemos en este pasaje es: La historia de una mujer que no tenía nada que
dar, solo un puñado de harina.
Y
si pensamos: ¿para que podría
alcanzarles a ella y a su hijo ese puñado de harina? (Ni para hacer un bizcocho)
Entonces nos damos cuenta que prácticamente no era gran cosa y que su hambre no
sería satisfecha,… y encima de todo,
viene una persona extraña que nunca en su vida y le pide que comparta con él lo
poquito que tenia.
Para esta viuda pudo haber sido duro
desprenderse de lo único que tenia para vivir, pero después tuvo que reaccionar y saber, que el
hombre que le hablaba, lo hacía en el Nombre del Señor.
Así también nosotros debemos aprender a
escuchar la voz de Dios cuando de dar se trata,… ya que a veces creemos que no tenemos mucho que
ofrecer y se nos vuelve un problema el dar.
Pero al
reaccionar y saber que es para el Señor que lo hacemos,… entonces nos
sentiremos tranquilos.
Así
paso con esta mujer, la bendición estaba muy cerca y que solo fue cuestión de
creer y confiar en el Señor y entregarlo todo…Y AL FINAL, ELLA FUE BENDECIDA.
POR ESO:
1- Cuando no tengas nada, dalo todo,
2- Cuando no sientas ganas de ir a la
Iglesia, por cualquier motivo, entonces levántate
y da tu mejor esfuerzo para ir,
3- o
cuando creas que no sirves para algo dentro de la iglesia…esfuércese y de lo
mejor de usted,
4-
Si usted cree que no tiene grandes dones o cualidades, entonces de lo que tiene
para el Señor y vera como el Señor multiplica a pesar de los dones que Dios le ha
dado.
Así
como esta viuda que dio todo lo que tenia y nunca más volvió a tener más
necesidad, y no solo eso, también
recibió la bendición de volver a tener a su hijo que había muerto es decir, por un puñado de harina dado con
Amor, Fe y Creyendo obtuvo grande galardón.
2 - DARLO TODO,
CUANDO SE TIENE TODO:
Uno de los casos más palpables es del Job, como lo vemos en Job 1: 1- 4
" Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre
perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.
2 Y le nacieron siete hijos y tres hijas.
3 Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil
camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados;
y era aquel varón más grande que todos los orientales.
4 E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a
llamar a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos.
5 Y acontecía que habiendo pasado en turno
los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de
todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán
blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.”
Veamos
ahora, si nos detenemos a pensar que
cada diez días este hombre ofrecía por lo menos diez de sus ovejas u otros
animales, estaríamos hablando de 365 animales por año, sin tener en cuenta (ya
que la palabra no lo menciona) los holocaustos espontáneos o por otros motivos
que este hombre realizaba ya que él era un adorador y siervo del Dios de
Israel.
Nos
damos cuenta que a Job no le importaba dar lo que tenia, para el Señor.
…Aun después de haberlo perdido todo, sabia que el mal
que estaba padeciendo era por la voluntad de Dios y no le importo que Dios le
hubiera quitado todo, porque en su corazón el tenia propuesto que lo suyo era
también del Señor.
Job 1: 9-22 9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a
Dios de balde?
10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo
lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes
han aumentado sobre la tierra.
11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene,
y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.
12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está
en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de
Jehová.
13 Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían
vino en casa de su hermano el primogénito,
14 y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando
los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos,
15 y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a
los criados a filo de espada; solamente escapé yo para darte la noticia.
16 Aún estaba éste hablando, cuando vino otro que dijo:
Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y a los pastores, y los
consumió; solamente escapé yo para darte la noticia.
17 Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo:
Los caldeos hicieron tres escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se
los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo
para darte la noticia.
18 Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus
hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el
primogénito;
19 y un gran viento vino del lado del desierto y azotó
las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y
solamente escapé yo para darte la noticia.
20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto,
y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró,
21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi
madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito
alguno.
Job
era un hombre desprendido de lo material, ya que había aprendido a confiar en
la provisión y la voluntad de Dios.