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lunes, 25 de mayo de 2015

DEJEMOS NUESTRAS AFLICCIONES EN MANOS DE DIOS - Bosquejo Biblico

DEJEMOS NUESTRAS AFLICCIONES
EN MANOS DE DIOS

Mateo 6:25-34

25Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloriag se vistió así como uno de ellos. 30Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? 31No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
34Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.


INTRODUCCION:

Las preocupaciones por las carencias materiales desvían al cristiano de su vida espiritual y le llevan a poner su mirada en aquello que le hace falta. Incluso una actitud así torna desagradecidos a quienes han recibido mucho del Creador. No valoran la provisión de cada día. El propósito de Dios para nosotros es que estemos libres de preocupaciones.


I.- LAS AFLICCIONES NOS ROBAN NUESTRA TRANQUILIDAD (v. 25).

    1.- Las preocupaciones nos impiden vivir a plenitud (v. 25).
a)     Generalmente nos preocupamos por cosas insignificantes.
b)     Nos preocupa más la vida material que la espiritual (v. 25 b).
c)      Despreocuparse por confiar en Dios no es ser irresponsable.

    2.- No valoramos la vida.
a)     ¿No es la vida más que el alimento? (vv.25 b, 26 b y 30 b).
b)     Dios no nos llamó para ser sumidos en amargura.
c)      Dios no espera que nos desgastemos física y emocionalmente por insignificancias.

II.- LAS AFLICCIONES NO NOS PERMITEN VER EL PODER DE DIOS. (Vs.26-30).

1-     Dios cuida de toda su creación (v. 26 a).
2-     Dios tiene todo cuidadosamente calculado (vv.28-30).
3-     Dios no mira lo externo sino lo interno (vs.28-30).

III.- DEJEMOS LAS AFLICCIONES EN MANOS DE DIOS PARA VIVIR DE NUEVO.- (vs.31-34).

1-  Estamos llamados a abandonar la amargura.

a)     Cristo nos llama a valorar las dificultades en su proporción real (v. 31).
b)     Cristo nos llama a salir del sistema materialista (v. 32 a).
c)      Cristo nos llama a confiar en la provisión divina (v. 32 b).

2- Dios quiere que vivamos sin aflicción para recuperar el tiempo que el enemigo nos robo.-
a)      Cristo quiere que le demos preferencia a la vida espiritual (v. 33).
b)     Cristo nos llama a partir de hoy, tener a una nueva vida en El. (v. 34).

CONCLUSION

Cuando depositamos nuestra confianza en Dios, nos liberamos de la enorme carga de preocupaciones que nos asedian y roban nuestra paz. Es necesario aprender a descargarnos. ¿De qué manera? Tomando que no hay absolutamente nada imposible para Dios. Él lo puede absolutamente todo. Y si las carencias económicas, problemas de salud e incluso nuestras relaciones interpersonales las llevamos a la presencia del Padre, sin duda recibiremos oportuna respuesta.