BOSQUEJO BIBLICO - ESTA USTED LISTO PARA MORIR?

ESTA USTED LISTO PARA MORIR?

1 Pedro 4:7

Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. 

INTRODUCCION:

Cuando menos esperamos puede llegar el momento de ir a la presencia del Señor Jesucristo.

 ¿Está usted preparado? ¿Qué es lo que nos asegura, el que usted y yo, podamos partir a la eternidad junto a Jesus, en caso de que muramos?.

 La respuesta es muy facil: Permanecer firmes en el caminar, tomados de la mano del Hijo de Dios, esto nos asegura que estamos listos para emprender el viaje a Su presencia eterna en cualquier momento. ¿Está usted preparado?

I.- El cristiano está llamado a vivir y permanecer en una nueva vida. (La cual es totalmente opuesta a su vieja manera de vivir).

1.- Debemos vivir para el Señor (Romanos 14:8; Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. )

¿Por qué razón?

2.- Porque el Señor Jesús murió en la cruz para hacernos libres de la vieja naturaleza (1 Corintios 6:20; Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. ).

3.- Una forma de avanzar en el vivir para Cristo es no satisfacer los deseos de la carne (1 Pedro 2:11, 12  2:11 Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,  2:12 manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.  ).

a.- Esto constituye uno de nuestros propósitos: vivir para Cristo (v. 11).

b.- Esto constituye un testimonio a los incrédulos (v. 12).

II.- El cristiano está llamado a estar preparado para ir a la presencia del Señor

1.- ¿Está su nombre escrito en los cielos? (Lucas 10:20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.  ).

2.- Amado hermano: Todos debemos comparecer ante la presencia de Dios en el gran juicio del trono blanco (Apocalipsis 20:11-15. 20:11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.  20:12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
20:13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. 
20:14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.  20:15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego ).

a.- Los libros serán abiertos. Allí están consignados nuestros hechos y también está el libro de la vida (v. 12 a).

b.- Seremos juzgados (v. 12 b).

c.- Nadie podrá eludir el juicio (v. 13).

d.- Hay solo dos destinos: la eternidad con Dios o el tormento eterno (vv.14, 15).

III.- El cristiano está llamado a perseverar tomado de la mano del Señor Jesús

1.- Recibir al Señor Jesús como Salvador, es el primer paso; Perseverar en Cristo, el segundo (Mateo 7:13, 14).

2.- Los hechos deben evidenciar que Cristo está produciendo una transformación en el creyente (Mateo 7:17-20 7:17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
7:18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 7:19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 7:20 Así que, por sus frutos los conoceréis. ).

3.- No basta únicamente con asistir a una denominación; es necesario vivir a Cristo Jesús en nuestra cotidianidad (Mateo 7:21, 23  7:21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 7:22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
7:23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad  ).

CONCLUSION:

Nuestra vida le pertenece a Dios.

 Él la compró por la sangre de su amado Hijo Jesús en la cruz.

No debemos seguir viviendo como antes, con un comportamiento propio de la vieja naturaleza.

Nuestra condición de creyentes, redimidos por el Señor Jesucristo, nos lleva a desechar todo aquello que no glorifica a Dios.

 Con su divina ayuda podemos avanzar en el proceso de crecimiento personal y espiritual.

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