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jueves, 12 de abril de 2012

ISAAC NEWTON: CRISTIANO Y CIENTIFICO (Un hombre de Fe)

ISAAC NEWTON


UN VERDADERO HOMBRE DE CIENCIA Y UN GRAN HOMBRE DE FE



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Era una persona insólita: distraído y generoso, sensible a la crítica y modesto. Fue uno de los extraordinarios gigantes de la historia: un físico brillante, un astrónomo y matemático eminente, y un filósofo natural.


Isaac Newton, este genio y caballero inglés que murió en 1727 a la edad de 85 años, dejó una marca indeleble en cada actividad en la que participó. Conocemos sus leyes del movimiento y la teoría de la gravitación universal. Y lo conocemos a él por su contribución a la comprensión del universo.


Pero raramente oímos hablar acerca de sus contribuciones a la teología cristiana.


Después de un estudio minucioso de sus escritos, he llegado a la conclusión de que Newton no sólo fue un gran hombre de ciencia, sino también un gran teólogo, un verdadero creacionista y Cristiano.


Mi recorrido hacia la comprensión de Newton como teólogo comenzó hace unos 45 años cuando yo mismo llegué a ser cristiano, después de asistir a una serie evangelizadora sobre las fascinantes profecías bíblicas de Daniel y el Apocalipsis. En ese entonces yo estudiaba la carrera de Ingeniería en la Escuela Politécnica de la Universidad de San Pablo, Brasil.


El ambiente universitario de ningún modo favorecía al desarrollo de mi fe. Me sentía bombardeado de todas direcciones. El materialismo, las preocupaciones humanistas y una concepción científica del mundo convergían para cuestionar mi fe recién descubierta. Yo necesitaba algo para defender lo que creía que era verdadero y quería que mi defensa fuera sólida y lógica.


En mi búsqueda de publicaciones apropiadas, encontré una versión portuguesa del libro Observations Upon the Prophecies of Daniel and the Apocalypse, no en la biblioteca de la Universidad ni en una librería, sino en una venta callejera de libros.


Me llevé una agradable sorpresa al encontrar que el mismo Isaac Newton a quien, como estudiante de ingeniería había encontrado en los estudios sobre óptica, mecánica, cálculo diferencial e integral y gravedad, ¡había dedicado bastante tiempo y esfuerzo a la cronología bíblica y a la interpretación de las profecías!


En realidad, la Enciclopaedia Britannica incluye su Enmienda de la cronología de los reyes antiguos y Observaciones sobre las profecías de Daniel y el Apocalipsis de S. Juan entre las cinco obras más importantes de Newton; las otras son Philosophia Naturalis Principia Matematica, Opticks, yArithmetica Universalis.


Mi descubrimiento y estudio de un Newton erudito y cristiano me condujo a entenderlo como creacionista, cristiano e intérprete de las profecías.



Newton, el creacionista


En 1692, Richard Bentley, clérigo y distinguido erudito de los clásicos, era el encargado de realizar una serie anual de conferencias con la intención de defender el cristianismo contra la incredulidad.


En preparación para sus conferencias, Bentley pidió la ayuda de Newton, quien ya era famoso por sus Principia (1687).


Bentley esperaba demostrar que, de acuerdo con las leyes físicas que gobiernan el mundo natural, debiera haber sido imposible que los cuerpos celestes aparecieran sin la intervención de un agente divino.


De allí en adelante, Bentley y Newton intercambiaron una correspondencia “casi teológica”. En su primera carta a Bentley, Newton declaró: “Cuando escribí mi tratado sobre nuestro sistema, tuve mis ojos fijos en los principios que pudieron actuar considerando la creencia de la humanidad en una divinidad, y nada me resulta más gratificador que ver que resultó ser útil para este objetivo”.


Más tarde Newton escribió: “Los momentos que los planetas tienen hoy no pudieron originarse de causas naturales aisladas, sino que les fueron impuestos por un agente inteligente”.


Otros escritos afirman la firme creencia de Newton en un Creador, a quien él se refiere a menudo como el “Pantokrator”, el Todopoderoso “que tiene autoridad sobre todas las cosas existentes, sobre la forma del mundo natural y el curso de la historia humana”.


Newton fue muy claro en afirmar sus convicciones: “Debemos creer que hay sólo un Dios o monarca supremo a quien debemos temer, guardar sus leyes y darle honor y gloria. Debemos creer que él es el padre de quien provienen todas las cosas, y que ama a su pueblo como su padre. Debemos creer que él es el ‘Pantokrator’, Señor de todo, con poder y dominio irresistibles e ilimitados, del cual no tenemos esperanza de escapar si nos rebelamos y seguimos a otros dioses, o si transgredimos las leyes de su soberanía, y de quien podemos esperar grandes recompensas si hacemos su voluntad. Debemos creer que él es el Dios de los judíos, quien creó los cielos y la tierra y todo lo que en ellos existe, como lo expresan los Diez Mandamientos, de modo que podamos agradecerle por nuestra existencia y por todas las bendiciones de esta vida, y evitar el uso de su nombre en vano o adorar imágenes u otros dioses”.


Newton, el cristiano


A Newton también le preocupaba la restauración de la Iglesia Cristiana a su pureza apostólica.
Su estudio de las profecías lo llevó a concluir que, en última instancia, la iglesia triunfará a pesar de sus fallas actuales. William Whiston, quien sucedió a Newton como profesor de Matemáticas en Cambridge y escribió The Accomplishment of Scripture Prophecies, declaró después de la muerte de Newton que “él y Samuel Clarke habían dejado de luchar por la restauración de la iglesia hacia las normas de los tiempos apostólicos primitivos porque la interpretación de Newton de las profecías los había llevado a esperar una larga era de corrupción antes de que pudiera ser efectiva”.


Newton creía en un remanente fiel que sería testigo del fin de los tiempos. Uno de sus biógrafos escribió: “En la iglesia verdadera, a la cual señalan las profecías, Newton no quería incluir a todos los que se llaman cristianos, sino a un remanente, unas pocas personas dispersas, elegidas por Dios, personas que no son movidas por ningún interés, instrucción o poder de autoridades humanas, que son capaces de dedicarse sincera y diligentemente a la búsqueda de la verdad”.


“Newton estaba lejos de identificar lo que lo rodeaba como el cristianismo apostólico verdadero. Su cronología interna había puesto el día de la trompeta final dos siglos más adelante”.



En Daniel 2 Newton veía el desarrollo de la historia de la humanidad hasta el fin del tiempo, cuando Cristo establecería su reino. Escribió: “Y una piedra cortada no con mano, que cayó sobre los pies de la imagen, y rompió los cuatro metales en pedazos, y llegó a ser un gran monte, y llenó toda la tierra; representa que se levantará un nuevo reino, después de los cuatro, y conquistará a todas aquellas naciones, y crecerá hasta ser muy grande, y durará hasta el fin de todos los tiempos”.


Al considerar las demás visiones de Daniel, Newton aclara que después del cuarto reino sobre la tierra vendría la segunda venida de Cristo y el establecimiento de su reino eterno: “La profecía del Hijo del hombre que viene en las nubes de los cielos se relaciona con la segunda venida de Cristo”.


Newton, el intérprete de las profecías


Newton no estaba satisfecho con la interpretación de las profecías de su época. Sostenía que los intérpretes no “tenían métodos previos… Distorsionaban parte de las profecías, sacándolas de su orden natural según sus propias conveniencias”.



En armonía con su enfoque de los problemas científicos, Newton estableció normas para la interpretación profética, con una codificación del lenguaje profético que tenía como intención eliminar la posibilidad de distorsiones “a la conveniencia de uno”, y adoptó el criterio de permitir que la Escritura revele y explique la Escritura.



De este modo, la interpretación de Newton difería de la interpretación de la mayoría de sus contemporáneos. El no estaba interesado en el uso de la profecía para explicar la historia política de Inglaterra, como lo hacían otros, sino más bien se centraba en el estudio del comienzo de la gran apostasía que ocurrió en la iglesia y en la restauración final de la iglesia a su pureza original.

En la interpretación de las profecías relacionadas con el tiempo, Newton sostenía que “los días de Daniel son años”. El aplicó este principio a las 70 semanas y a los “tres tiempos y medio” de apostasía. Newton aclara que el “día profético” es “un año solar”, y que un “tiempo” en la profecía también es equivalente a un año solar. “Y los tiempos y las leyes fueron desde entonces dados en su mano por un tiempo, tiempos y el medio de un tiempo, o tres tiempos y medio; es decir, por 1260 años solares, considerando un tiempo como un año calendario de 360 días, y un día por un año solar”.



Conclusión


Newton fue extremadamente cauto en sus creencias religiosas. Esto puede explicar, en parte, por qué no publicó sus obras teológicas durante su vida. Tal vez, consciente del ambiente religioso inglés, no quería ser acusado de herejía, sino que buscó con afán la verdad como la encontraba en la Biblia. Afortunadamente, sus obras teológicas fueron publicadas después de su muerte.


Como cristianos, podemos beneficiarnos con sus obras teológicas y su metodología cuidadosa a fin de mantenernos firmes en la fe, aun cuando sigamos estudios científicos.


El fue un verdadero gigante de la ciencia que no se avergonzaba de su fe, sino que, por el contrario, dedicó tiempo para entender la Palabra de Dios, tanto cuando predice los movimientos de la historia, como cuando proporciona orientación para ordenar la vida personal de cada uno.



Autor: Ruy Carlos de Camargo Vieira

sábado, 7 de abril de 2012

JESUS RESUCITO Y AHORA VIVE PARA SIEMPRE




POR QUE EL VIVE.


Dios nos envió a su hijo Cristo

Él es salud, paz y perdón,

Vivió y murió por mis pecados

Vacía está la tumba porque Él triunfó.


Coro:
Porque Él vive

Triunfaré mañana

Porque Él vive

Ya no hay temor,

Porque yo sé

Que el futuro es suyo,

La vida vale más y más,

solo por Él.


Grato es tener a un tierno niño

Tocar su piel gozo nos da,

Pero es mejor la dulce calma

Que Cristo el Rey nos puede dar

pues vivo está.


Yo sé que un día el río cruzaré

Con el dolor batallaré

Y al ver la vida triunfando invicta

Veré gloriosas luces y veré al Rey.

jueves, 5 de abril de 2012

POR TUS LLAGAS HEMOS SIDO SANADOS

3Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
4Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores;
c y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.d 6Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,e cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.


Isaias 53: 3-6





miércoles, 4 de abril de 2012

JESUS ANTE PILATO








JESUS ANTE PILATO




28Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua. 29Entonces salió Pilato a ellos, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre? 30Respondieron y le dijeron: Si éste no fuera malhechor, no te lo habríamos entregado. 31Entonces les dijo Pilato: Tomadle vosotros, y juzgadle según vuestra ley. Y los judíos le dijeron: A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie; 32para que se cumpliese la palabra que Jesús había dicho, dando a entender de qué muerte iba a morir.c
33Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? 34Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí? 35Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? 36Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. 37Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz. 38Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad?
Y cuando hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos, y les dijo: Yo no hallo en él ningún delito. 39Pero vosotros tenéis la costumbre de que os suelte uno en la pascua. ¿Queréis, pues, que os suelte al Rey de los judíos? 40Entonces todos dieron voces de nuevo, diciendo: No a éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era ladrón.





















martes, 3 de abril de 2012

JESUS EN GETSEMANI



39Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron. 40Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. 41Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, 42diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. 43Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. 44Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. 45Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza; 46y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.



lunes, 2 de abril de 2012

QUE BENEFICIOS NOS DEJO LA CRUCIFIXION DE CRISTO?



I- NOS DIO LIBERACIÓN DE LA RUINA MATERIAL

Recordemos que cuando Adán y Eva pecaron y fueron expulsados del paraíso, Dios le dijo: ''Maldita será la tierra por tu causa, espinos y abrojos producirán". Génesis 13:17-18

Los espinos y los abrojos representan “ruina”. Jesús acepto llevar sobre su cabeza esa terrible corona de espinas que representa la opresión que tanto había flagelado a la humanidad para liberarnos de la ruina y darnos prosperidad.




II- NOS DIO SANIDAD FISICA. (Isaías 53:4-5).

4Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores;c y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.[1]

Toda enfermedad, toda dolencia, sin importar cual sea, sin importar su tamaño ni gravedad, toda quedó cancelada en la espalda de Jesús cuando fue latigado.




III- TODA MALDICION FUE CANCELADA. Gálatas 3:13


13Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)

En la cruz, fue donde Dios quito nuestra maldición para darnos su bendición.

Todo lo malo que nosotros éramos, quedo en Jesús. Todo lo bueno que Jesús era, paso a nosotros a través de la fe en El.


IV- EN LA CRUZ SOMOS LIBERADOS:

Libres de culpabilidad: toda la culpabilidad que había sobre nuestras vidas y que nos llevaba a una condenación eterna, fue cancelado en la cruz del calvario.

Los derechos legales fueron cancelados: Es decir todos los argumentos que Satanás tenía contra nosotros, fueron cancelados. Las maldiciones heredadas de la familia, las palabras que dijeron los padres y que marcaron la vida de los hijos. Jesús llevó toda la maldición en la cruz; la sangre de Jesús anuló el acta de decretos que había contra nosotros. (Colosenses 2:14)




V- RECIBIMOS PAZ Y SANIDAD INTERIOR.
Isaías 53:5

Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.[1]




VI- EN LA CRUZ HAY PERDON DE PECADOS Y LA SALVACION PARA NUESTRAS ALMAS (Hechos 4.11-12)

11Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.a 12Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.













domingo, 1 de abril de 2012

HOSANNA AL HIJO DE DAVID



37 Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto,
38 diciendo: !!Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas!
39 Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos.
40 Él, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían.